Mientras más piensas en tu pasado, menos enfocado estarás en tu futuro

Aclaro desde ahorita que soy orgullosamente un vendedor y no un psicólogo; sin embargo hace años me “cayó el veinte” de que cuando estoy bien de manera interna y cuando proceso mentalmente y de manera autocontrolada las cosas que ocurren en mi vida, como consecuencia también estoy muy bien en mis ventas y en mis resultados.

Te lo aclaro, porque si eres sensible, quizá no quieras leer lo siguiente:

Ten cuidado, porque mientras más piensas en tu pasado, menos enfocado estarás en tu futuro.

Dado eso sugiero que te concentres en donde estás y hacia donde vas, ¡no de donde vienes!.

No me mal entiendas, no estoy diciendo que no recuerdes tu pasado, ni que no aprendas de tu pasado; ¡por supuesto que debes hacerlo!, eso se llama cambiar, mejorar y crecer. Lo que estoy diciendo es que no vivas en tu pasado.

Por duro que sea, la realidad es que a la mayoría del resto de la personas en el mundo, generalmente les vale un bledo que fregón o que jodido estuviste antes y puede ocurrir que hasta tus seres queridos y amigos más cercanos se cansen de escuchar tus cuentos e historias de grandeza o de fracaso en el pasado.

Por lo tanto, deja de seguir viviendo de tus éxitos pasados o de quejarte de tus fracasos antiguos, ¡porque ya pasaron!

Mejor muestra que bueno y que fregón eres HOY;  eso tiene más valor y hace que obtengas mayor respeto, también muestra una verdadera dignidad y te va a dar de comer mucho más y mejor.

Por favor, ya no insultes y aburras a los demás contando que en “x” tiempos tu ganabas esto o que en “x” lugares tu fuiste tal, no importa y no les importa; porque (te repito) ya pasó.  Ahora ubícate en tu presente, ya que no hay nada que puedas hacer para regresar o cambiar eso que ya ocurrió por bueno o malo que haya sido.

Recuerda que los resultados y los éxitos son perecederos, es decir que no duran mucho y que en poco tiempo se evaporan; por lo tanto ese hecho requiere que sigas dando resultados y consiguiendo más éxitos en el presente con miras hacia tu futuro, en vez de tratar de seguir intentando cosechar las “migajas de la gloria” o “las lágrimas de un fracaso” de un pasado olvidado por todos menos por ti. Por justo o injusto que tú percibas que sea, en ventas y hasta en la vida, te van a medir por tus resultados, no por tus buenas intenciones o por tus historias de lo que pudieras haber logrado o conseguido.

También recuerda que nada más porque te fue mal antes ¡no quiere decir que siempre va ser así!; al contrario, el hecho de que no se repita depende de ti más que de cualquier otra persona o cosa, pero si sigues atorado en un pasado de un momento triste o si eres incapaz de olvidar o perdonar esa traición que te hicieron hace años, por dolorosa que sea, te estás obligando a seguir viviendo emocional, mental, anímica y financieramente (entre muchas otras razones) en esas épocas, aún cuando la realidad sea que ya son parte de la historia.

La mayoría de los vendedores de alto rendimiento, con alto éxito, altos ingresos y altos resultados, tienen la habilidad de vivir en el momento, planear para el futuro y actuar sin miedo a lo que pasó ayer, se responsabilizan por sus resultados así como también por sus errores, se enfocan en soluciones más que en problemas y están dispuestos a adaptarse continuamente a los constantes e inevitables cambios que ocurren en su vida; saben que existen consecuencias por sus acciones y decisiones tomadas o no tomadas hoy, se obligan y se auto-capacitan para tener una visión positiva del futuro basada en la certeza de que les va a ir excelentemente bien a pesar de todo. Tienen fe en ellos mimos y en sus habilidades, creencias y conocimientos y están totalmente dispuestos y comprometidos a pagar el precio necesario para cumplir con sus metas y objetivos. En adición a esto, entienden que su pasado son solo puntos que sirven como referencia, factores de aprendizaje y oportunidades para un crecimiento.

Muchos vendedores que viven en su pasado se estancan porque su enfoque no es hacia lo que viene o en las posibilidades de lo que pueden hacer hoy, se hacen preguntas debilitantes como “¿por qué eso siempre me pasa a mi?”, “¿por qué ya no me va bien?” o “¿qué estoy haciendo mal?”; probablemente su deseo si es cambiar, pero sus acciones se enfocan en seguir igual por el hecho de que no intentan cambiar aunque lo desean, o no saben cómo y aún así no buscan como hacerlo.

Frecuentemente son esos vendedores los que no quieren leer o estudiar sobre su tema, no quieren tomar cursos (ni por su cuenta o por parte de la empresa) y su soberbia creyendo “saberlo todo” o teniendo una actitud de “pobrecito de mí” no les permite mejorar y obtener cambios positivos, mismos que se reflejan en sus comentarios negativos (del jefe, de la empresa, de la marca, del prospecto, de su vida y hasta de su familia); o en otro tipo de comentarios donde buscan empatía por sus circunstancias presentes, queriendo encontrar  la caridad emocional de los demás por lo que ellos eran antes; dependen de la suerte y de las esperanzas más que de ellos mismos para ver cambios en su vida.

Si eres como el que anteriormente acabo de mencionar, sugiero que aceptes que tu vida y carrera está hacia delante. Tú tienes la decisión y la libertad de definir los cambios en tu vida y la capacidad de darle la bienvenida a un futuro lleno de posibilidades. Pero ojo: Para todos es un camino solitario en donde otros te podrán ayudar a abrir la puerta, pero no podrán obligarte a cruzar y tampoco podrán acompañarte ya cruzándola. Eso te toca a ti.

Si conoces a alguien que te importa y que es como el que arriba describo, entiende que no lo podrás cambiar, solo él lo decide. Pero si lo podrás orientar, y animar. Envíales este artículo a quienes se encuentren en este panorama, quizá sea un pequeño paso hacia la reflexión y quizá les sirva para tomar acción hacia un cambio real, pero a fines de cuenta:

Recuerda: Tu éxito es tu responsabilidad. ©

Nos vemos en la trinchera.

Graham

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