Incremente su valor “presencial”

(Extracto del libro “El arte de cerrar la venta” de Brian Tracy)

img-invitado-080Otra forma en la que usted puede determinar si está trabajando o no es medir la cantidad de “tiempo presencial (el tiempo que pasa en persona y en el mismo lugar con el prospecto” con prospectos calificados cada día. Su trabajo es encontrarse cara a cara con personas que puedan comprar, y luego venderles sus productos. Conducir hasta el hogar o el centro de trabajo de un prospecto, reorganizar su material de venta, escribir y escuchar música en su automóvil son actividades que pueden tener lugar durante su jornada de trabajo, pero no son básicas porque con ellas no gana nada.

Una de las formas más sencillas de duplicar los ingresos a su alcance es duplicar previamente el tiempo que dedica a la prospección, las presentaciones y los cierres: por ejemplo, duplicar la cantidad de minutos que pasa frente a frente con prospectos calificados. A cada hora de cada día usted debe preguntarse:

¿Le pagaría yo a otra persona veinticinco o cincuenta dólares la hora por hacer lo que estoy haciendo en este momento?.

Si su respuesta es negativa, deje inmediatamente de hacer lo que estaba haciendo y dedíquese a la prospección, la presentación y el cierre.

Cómo decía Zig Ziglar: “Si usted es duro consigo mismo, la vida será blanda con usted; pero si insiste en ser blando consigo mismo, entonces la vida va a ser muy dura con usted”.

Haga que cada minuto cuente 

Piense en términos de minutos más que en horas. Haga que cada minuto cuente. Muévase más rápido en todo lo que haga. Usted mismo decide su paso. Desarrolle un sentido de urgencia y una preferencia por la acción. Muévase con rapidez.

Cuando llegue a la oficina, no espere a que el café esté listo. Póngase a trabajar. Y cuando empiece, trabaje toda la jornada. No lleve su ropa a la tintorería ni se vaya de compras. Trabaje cada hora y cada minuto.

Hágase el propósito de ganar una reputación como la persona más trabajadora de su compañía. Pero no se lo cuente a nadie. Sólo asegúrese de que cuando alguien le mire, usted esté trabajando a toda máquina. No tome recesos ni pierda tiempo. Para usted, este no es tiempo de jugar, sino de trabajar.

Y si alguien le dice: “¿Tienes un minuto? Respóndale, “Sí, pero no ahora, ¡ahora tengo que seguir trabajando!”.

 

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