No te comas los marshmallows.

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En estos tiempos de rapidez, de tecnología, de soluciones instantáneas, hemos caído en la trampa de preferir la gratificación inmediata contra la gratificación postergada. Queremos evitar el proceso y tener todo inmediato. Por ejemplo: Ganar mucho dinero haciendo poco en un par de semanas, bajar 20Kg en 5 días, tener muestras del retorno de inversión en 24 horas, recuperar el matrimonio en crisis en 2 horas, construir relaciones duraderas con nuestros hijos en 5 minutos, cerrar una operación o venta en menos de 3 minutos… Aun en los negocios y emprendimientos queremos lograr el éxito de la noche a la mañana.

En la década de los 1960 hicieron un experimento muy interesante , dirigido por Walter Mischel (Psicólogo americano especializado en Teorías de la Personalidad y Psicología Social) de la Universidad de Stanford en Estados Unidos, donde a un grupo de niños de cuatro años se les dio un “Marshmallow” (malvavisco) y se les prometió otro adicional, siempre y cuando esperen 15 minutos antes de comer el primero.

En el experimento participaron hijos de profesores de la misma Universidad; sentaron a cada niño en un salón con una silla, una mesa y un marshmallow en frente del niño. El psicólogo le dijo a cada niño: “Voy a salir del salón por 15 minutos y voy a dejar este marshmallow frente a ti. Si te lo comes, no hay problema. Pero, si no te lo comes, te voy a dar otro igual, por lo que tendrás dos”. Eso claro esta, para el ámbito de los negocios, representa un 100% retorno en la inversión en 15 minutos. Muy atractivo hasta para un niño de cuatro años.

Esta es la muestra del experimento, realizado en tiempos recientes:

¡Interesante!, ¿Puedes creerlo? Dos de cada tres niños se comieron el marshmallow. Algunos se resistieron durante algunos minutos mientras otros no aguantaron la tentación. Otros estuvieron a punto de comerlo, jugando con él y resistiendo lo más posible.

Quince años después, a través de un estudio de seguimiento con los niños que participaron en ese experimento. El 100% de los niños que NO se comieron el marshmallow, eran exitosos. Buenas calificaciones en la escuela, relaciones familiares, amistosas y de trabajo duraderas.

Muchos de los que se comieron el marshmallow, no habían tenido la misma suerte. Habían abandonado los estudios (o no habían accedido a ellos), habían sacado malas calificaciones, tenían trabajos ganando poco dinero, relaciones poco duraderas… en fin, no les iba tan bien. Esto demostró, que la habilidad de luchar contra la gratificación inmediata, (retrasar la recompensa), es el factor más importante para lograr el éxito en cualquier ámbito y marca la diferencia entre diferentes perfiles personales y profesionales.

Lo que tiene mayor valor a futuro requiere de un proceso que en el camino implica estar dispuestos a pagar el precio, renunciar a la gratificación inmediata y avanzar hacia la Gratificación Postergada.

Les comparto una conferencia con el autor del libro que documenta esta teoría:

 

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