Si vas a perder, ¡pierde bajo tus reglas! (Parte 2)

Como te comenté en la primera parte de este artículo (edición 140), habrán situaciones en donde, haces todo bien y, aun así, no vendes. Es inevitable y va a pasar.

Por eso te comenté que eso es nuestra realidad en este maravilloso mundo de ventas. Porque no todos te compran, y frecuentemente no tendrá nada que ver con lo que hiciste. Te mencioné que la clave es que si no compran, más vale que haya sido por factores externos y totalmente fuera de tu control, no por tu miedo, desconocimiento, flojera, soberbia, negativismo, entre otras cosas.

Dado eso, si vas a perder, ¡Pierde bajo tus reglas!

Te presento las otras 6 reglas de esta docena:

7. Persuasión

Adicionalmente a ser informativo, se persuasivo. Es decir, dales a los prospectos razones reales, lógicas y vendibles, acerca de por qué lo que dices, haces y muestras les conviene. O sea, que vean tu punto de vista pero a su beneficio. Sólo que poder hacer eso requiere conocimiento y poco miedo. Vale la pena desarrollar tus habilidades de la persuasión. Recuerda: Dije persuasión, no agresión. No son lo mismo.

8. Profesionalismo

A fin de cuentas esta palabra significa diferentes cosas para diferentes personas. Pero para mí, el ser un profesional implica, primero ser un excelente ser humano con valores, que interesantemente son los mismos valores que se requieren en ventas. Valores como: Respeto, Puntualidad, Congruencia, Honestidad, Lealtad, Compromiso, Transparencia, Amabilidad, etc. En fin, hay muchos. Cualquiera puede aprender a vender, pero no todos aprenden a ser profesionales.

9. Mi mejor esfuerzo

Excelencia requiere esfuerzo. Tu mejor esfuerzo, constantemente. Pero ojo: esfuerzo sin dirección y propósito es energía desperdiciada. No seas como ese perro que al corretear su cola está haciendo un esfuerzo real pero poco útil. Por eso tu esfuerzo tiene que estar ligado a otras cosas como tu compromiso, tu nivel de conocimiento aplicado y al incremento y mejora continua de tus habilidades.

10. Actitud positiva

El positivismo por sí solo no te garantiza el éxito. Por eso, estoy hablando de un positivismo realista y aplicable. O sea, nada más porque te dices que vas a vender mucho hoy, pero si no tienes las herramientas y el conocimiento para hacerlo, sospecho que la efectividad de tu positivismo será diluido. Yo me refiero a ese positivismo que te anima a prepárate mentalmente “por adela” y que te ayuda para enfocarte en soluciones y no obsesionarte en problemas; a motivarte en vez de rendirte y a recuperarte más rápido de una caída para comenzar de nuevo.

11. Constancia

Si la perseverancia te ayuda a conseguir eso que quieres, la constancia te ayuda a mantener eso que has logrado. Recuerda: Un mes de altas ventas no dura.

Es el mantener ese nivel de altas ventas a través del tiempo y a pesar de todo, lo que crea eso que llamo “éxito exitoso”(o sea, el éxito continuo, no el casual y temporal) y eso nace de buenos hábitos reforzados y continuamente ajustados a la realidad que te rodea. Acepta esta realidad: Tú eres el resultado de lo que haces constantemente, por eso: “La excelencia es cuestión de hábito, no de suerte.”©

12. Disciplina Propia

Es imposible tener éxito sin disciplina propia. Porque el éxito inevitablemente requiere que hagas esas cosas difíciles, desagradables e incomodas para hacer tu vida, tus ventas mejor y más fáciles. Fíjate en vendedores exitosos y la mayoría han desarrollado el hábito de cumplir en hacer esas pequeñas disciplinas, que a su vez crean grandes resultados. Son puntuales, cumplen lo que acuerdan, le sacan lo máximo a su tiempo, se obligan a hacer esas llamadas aun cuando no están de humor.

Te repito: Es imposible tener éxito sin disciplina propia.

Se me quedo muy grabado que cuando me enseñaron estas reglas, me dijeron: “No te las compartimos con el propósito de decirte que estás mal, sino con el objetivo de convencerte que puedes ser mucho mejor.”

Lo mismo te lo digo a ti, ahora.

Recuerda: Tu éxito es tu responsabilidad. ©

Nos vemos en la trinchera.

Graham Ross