Fin de año: Tiempo de Reflexión


Por: César Revuelta
Cuenta con 5 años de experiencia en el área de Recursos Humanos en industrias como la petrolera, alimentaria, agropecuaria y call center. Durante los últimos dos años ha diseñado planes y cursos para el desarrollo de personal, y talleres liderazgo y mejora continua para la industria del Call Center, al igual que para el líder mundial en Comunicaciones.
Capacitador en GrahamRoss Training


Con la llegada del fin de año y con la culminación de las fechas decembrinas se siente en el aire una bocanada de aire fresco para comenzar este 2019. Ya pasó esa temporada donde vimos en las fotos a nuestro equipo de trabajo durante el 2018, donde nos reunimos, compartimos risas y limamos asperezas que surgieron en este período. La temporada donde sentimos ese ímpetu para volver a hacer las cosas bien y lograr tener los mejores resultados, resultados que nos den un 2019 lleno de alegría, éxito, mayores ingresos y una mejor calidad de vida.

Así como durante el mes de diciembre tuvimos esta atmósfera de paz, buena vibra e inspiración, debemos tomarla como el punto de partida hacia el desarrollo de nuevos hábitos que nos harán personas mejores, personas de bien, personas comprometidas, honestas y leales. Personas que nuestro país necesita y que el mundo necesita. Personas que inspiran, que mejoran, que ayudan, que generan y aportan a la sociedad y a sus negocios.

Toda la idea inspiracional del éxito es crucial como detonante para actuar ante nuevos retos. Sin embargo, el idealizar este punto no nos llevará a los resultados deseados. Es tiempo de reflexión, tiempo de análisis, de planeación: ¿Qué hice el año pasado y como lo hago diferente en el presente para ser mejor?

Sepamos donde estamos parados, conozcamos el camino que nos trajo hasta aquí hoy, plantemos bien nuestros pies en la tierra para arrancar de la mejor manera el 2019, un año que viene con una cantidad increíble de cambios, cambios que la sociedad pidió a gritos y que, para bien o para mal, se dieron. Sepamos de nuestra capacidad de adaptación y de cambio, jamás olvidemos nuestra capacidad de asombro, tengamos en nuestra mente consciente que aún tenemos mucho por aprender y aún más que mejorar. Estableciendo bien los cimientos de nuestra vida, de nuestro trabajo, de nuestras ventas, de nuestros procesos, de nuestra mejora, de nuestro seguimiento, es como podremos alcanzar los tan ansiados, anhelados y ambiciosos objetivos que demanda nuestra industria hoy en día.

Aprovechemos este tren en el que nos subimos este pasado fin de año, para reflexionar respecto a qué hicimos, cómo lo hicimos, cómo lo mejoramos y cómo lo establecemos. Estando conscientes de esto aseguraremos que el 2019 sea un año mejor para cada uno de nosotros donde aceptamos el reto de todo este cambio social que vivimos y que sin duda alguna nos llevará al éxito que tanto buscamos.

¡Feliz inicio de año!

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