Coaching Ontológico: ¿qué es y cómo aplicarlo en nuestros equipos de trabajo?
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Por: Alberto Martín del Campo N.
Cuenta con 16 años de experiencia en los sectores bursátil y bancario, atendiendo a clientes inversionistas, empresariales e institucionales; así mismo fue Asesor profesional en ventas, Gerente de F&I y Gerente de ventas en el Sector Automotriz por más de 6 años, con gran éxito de su carrera profesional en dicho sector.
Capacitador en GrahamRoss Training
“El coaching como fenómeno, es la habilidad de despertar sensibilidad en el otro sobre las conversaciones que lo convierten en quien es y el efecto que esas conversaciones tienen en su vida. De esa forma, coach y cliente (colaborador) co-crean mundos de posibilidad que antes no existían.”
Dr. Fernando Flores, investigador chileno en coaching ontológico y doctor en Lenguaje por la Universidad de Berkeley, Ca.
Tradicionalmente, cuando hablamos de “Coaching” pensamos en una técnica relativamente nueva que se utiliza en el ámbito de los negocios, de la capacitación y de la academia prácticamente en todo el mundo. El término “coach” significa Entrenador en inglés y surgió en el marco de los deportes donde el coach es el director técnico que indica a los jugadores cómo lograr su mejor desempeño.
Ahora bien, el “coaching ontológico”, a diferencia de otras formas de coaching, se enfoca en cómo los individuos perciben y se relacionan con el mundo, reconociendo que la forma en que las personas interpretan sus experiencias impacta directamente en su comportamiento y productividad, incluso, en su propio bienestar.
¿Cuándo se origina el coaching ontológico?
Su historia se remonta a la antigua Grecia hace 2,400 años. Uno de sus precursores fue Sócrates ya que, desde entonces, utilizaba con sus discípulos un método que promovía el uso de la comunicación con base en preguntas para llegar al conocimiento (la Mayéutica).
Y es que precisamente algunos de los puntos clave del coaching ontológico, así como de los negocios, son la escucha activa y la mejora de la comunicación; se dice que el “lenguaje no solo describe la realidad, sino que es una herramienta para generar la realidad”, por lo tanto, esta comunicación y el uso del lenguaje sirven para que, a través de esta disciplina, se apoye el liderazgo organizacional en las empresas ayudando a interpretar a sus colaboradores, sus interacciones, sus comportamientos y que se logren sus objetivos, no solo dentro de la organización, sino en su vida personal; es decir, se alcanza un equilibrio entre el deber y el ser.
Aplicando el coaching ontológico en la empresa
Pero entonces, ¿cómo ayuda este tipo de coaching a lograr los objetivos de la empresa en concordancia con los objetivos personales de los equipos de trabajo? Entendiendo ese equilibrio entre el deber y el ser del que hablábamos, el coaching ontológico no sólo ayuda a desarrollar una mayor conciencia de sus capacidades y limitaciones entre los colaboradores, sino entre los líderes; es decir, es una herramienta que permite entender el valor de “desaprender para aprender” y auto cuestionarse sobre “saber lo que no se sabe” y de cómo sus creencias y emociones pueden afectar sus decisiones.
Al hacer esto, la gestión de equipos se hace más efectiva porque se crea un ambiente en el que todos (líderes y colaboradores) se ven a sí mismos en igualdad de circunstancias, no importando el nivel jerárquico de los miembros del equipo, capaces de crear un entorno laboral y una cultura organizacional más positiva, abierta y colaborativa. Como consecuencia natural de esto, las emociones se reconocen de forma orgánica (no forzada) para que, lejos de estorbar en el logro de objetivos, se encuentre un equilibrio emocional que permita el enfoque en soluciones, en resolver problemas de manera creativa y alinear los esfuerzos con los objetivos estratégicos de la organización.
No olvidemos que una parte fundamental de este coaching es lo relativo a cuestionar suposiciones, patrones de comportamiento y de pensamiento que, al final, logran un cambio de mentalidad y de enfoque, propiciando un profundo autoconocimiento.
Por último, gracias a todos estos principios del coaching ontológico, se construye el entorno ideal para mejorar la toma de decisiones, que no vean de forma limitada el logro de los objetivos establecidos por la dirección de la empresa, sino que se perciban por todos los colaboradores con los mismos valores y emociones alineadas a dichos objetivos.
En pocas palabras, el coaching ontológico se convierte en una herramienta muy poderosa desde el factor humano, que puede transformar a las personas dentro de una organización para mejorar su comunicación, su lenguaje, su inteligencia emocional, su liderazgo y sus habilidades para identificar, enfrentar y resolver problemas de forma creativa, en comunión con una cultura empresarial no solo orientada a resultados, sino también más dinámica y resiliente hoy en día.
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Alberto Martín del Campo N.
Consultor y capacitador
Graham Ross Training