Tú eres el resultado de ti mismo (Pablo Neruda)

imagencentral-101En la primera edición de mi boletín expuse (hace 100 números), en la sección de “Actitud”  el poema de Pablo Neruda “Tú eres el resultado de ti mismo.”

Frecuentemente, leo este poema porque me ubica y me anima a ver las cosas como realmente son. Ahora quiero mostrártelo nuevamente, pero en una versión traducida al mundo de ventas, el cual creo que te podrá servir:

Tú eres el resultado de ti mismo (Pablo Neruda)

No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.  (Responsabilízate por quién eres, cuánto sabes y cuánto vendes. Tú eres responsable por tu vida, tu salud, tu mejor esfuerzo y tu felicidad. Nadie va venir a cambiarte ni a mejorarte. Eso te toca a ti.)

Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar, corrigiéndote. (Deja de apuntar el dedo y seguir creyendo que tu jefe, el inventario, el prospecto, el mercado o la competencia, son los culpables de lo que te pasa, sólo porque “no te está yendo como quieres”.)

El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error. (Es imposible triunfar sin fracasar. El fracaso es un evento, no una persona. Por lo tanto, deja de trabajar tratando de evitar el fracaso, mejor trabaja tratando de conseguir el éxito.)

Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay quienes en tu misma condición supieron vencer las dificultades; las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón. (¿Realmente crees que tienes tan mala suerte? Hay personas en este medio sin tus ventajas, sin tu talento y sin tus habilidades… ¡vendiendo más y mejor que tú! Analiza como estás procesando las cosas.)

No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera, son el resultado de tus actos y la prueba que has de ganar. (Crea valor en ti, porque tú estás ganando exactamente lo que vales y mereces. Ni más, ni menos. Si ganas poco es porque lo que haces, dices y muestras vale poco. Y esto tiene que ver con que no estás encontrando la manera de transmitir tu valor ante un mercado en donde tienes que sobresalir, no sobrevivir.)

No te amargues con tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar. (¿Mal mes?, ¿mala racha? ¡Adáptate! y bienvenido al mundo de las ventas. No es tanto lo que te sucede, sino cómo piensas y cómo actuas ante esas adversidades que van a  definir quién eres. ¿Quieres la solución? Cambia tú primero y no esperes que cambie tu gerente, tu cliente, la competencia o el mercado. ¡Cambia tú primero!)

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Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu fracaso. Si tú has sido el ignorante y el irresponsable, eres solo tú, nadie pudo haberlo sido, ni hecho por ti. (Si sigues necesitando guardias después de años en piso, es porque no cultivaste tu cartera. Si tienes una mala actitud y la mantienes, aún cuando sabes que no es por tu bien, es porque… ¡Tú decidiste ser así! Si contínuamente buscas el atajo en vez del compromiso y como tal ganas poco, ¡eso es tu culpa!)

No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente. (Más vale que entiendas que no existe mejor auditor en ventas que tus ingresos, resultados y nivel de felicidad. Mismos que son un reflejo de tu nivel de compromiso, conocimiento, de esfuerzo y de tu habilidad de dejar de vivir en el pasado. ¿Te piratearon una venta?, Pues ya pasó, mejor ponte a vender más. ¿No te dieron a ti el ascenso?, pues ya pasó. Mejor conviértete en el mejor. Pero deja de estar enfocado en tu pasado, porque entonces menos estarás enfocado en tu futuro.)

Aprende de los fuertes, de los audaces, imita a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo. (Lo maravilloso de ventas es que no requieres de algún talento extraordinario para tener resultados extraordinarios. Sólo requieres hacer los pasos básicos y fundamentales, constantemente bien. No tienes que reinventar la rueda. Simplemente tienes que modelar tus hábitos de personas que han viajado con éxito a través del camino de ventas en el cual hoy andas. Ya sabes que hacer, lo que debes estar preguntándote, es que si ya lo sabes… ¿por qué no lo haces?)

Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, ya que tus problemas sin alimento morirán. (Las malas rachas son mentales, más que circunstanciales. Sino tienes ventas, enfócate en cómo generar esa venta; no en el hecho de que no has logrado una venta. ¿Es fácil hacerlo? No. A veces es sumamente difícil, por eso requiere disciplina. Es decir: Tu habilidad de hacer las cosas constantemente bien, aún cuando no quieres hacerlas.)

Aprende a renacer del dolor y a ser más grande, que es el más grande de los obstáculos. Mírate en el espejo de ti mismo. (Ese mes de malos resultados puede ser una inspiración hacia tus cambios o mejoras o un enfoque de desesperación y de miedos. Tú decides el camino y la versión que quieres.)

Comienza a ser sincero contigo mismo reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte. (Que te quede claro: no existe un pretexto o una excusa que pueda reemplazar al resultado. Por eso, tu obligación es dar el resultado a pesar de todo. A pesar de la relación con tu jefe, a pesar del mercado, del inventario, de la competencia. A pesar de todo.)

Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo, reconociéndote a ti mismo, más libre y fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias, porque tú mismo eres el destino y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino. (Tu habilidad de convertir tus deseos en decisiones a través de una acción, es lo que te va a llevar al siguiente nivel, pero ojo: el querer no es suficiente. Requiere de tu compromiso a tus mejoras y cambios. Y como lo has visto en tu propia vida: la mayoría de personas dicen que quieren cambiar y mejorar, pero no hacen esas pequeñas y difíciles cosas para hacer su vida y venta mejor y más facil.)

Levántate y mira por las montañas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de la vida. Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados. (Si te pones a pensar, la suerte es algo fuera de tu control que te afecta positiva o negativamente. Eso quiere decir que  mientras más suerte necesitas, menos control tienes. Por ejemplo: si no empiezas a trabajar desde un inicio y lo haces hasta la última semana del mes, sospecho que vas a requerir mucha suerte para lograr tus resultados. Pero si trabajas cada día del mes, como si fuera el cierre de mes, sospecho que requerirás menos suerte ya que tu mes lo tienes controlado. Moraleja: toma control de tu actitud, nivel de esfuerzo, conocimiento, aprendizaje, compromiso y disciplina.

Recuerda: Tu éxito es tu responsabilidad. ©

Nos vemos en la trinchera.

Graham.

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