Desafíos y avances del financiamiento automotriz en México desde COVID-19
|
Por: Alberto Martín del Campo N.
Cuenta con 16 años de experiencia en los sectores bursátil y bancario, atendiendo a clientes inversionistas, empresariales e institucionales; así mismo fue Asesor profesional en ventas, Gerente de F&I y Gerente de ventas en el Sector Automotriz por más de 6 años, con gran éxito de su carrera profesional en dicho sector.
Capacitador en GrahamRoss Training
El financiamiento automotriz en México ha experimentado cambios significativos desde la pandemia de COVID-19, adaptándose a las nuevas condiciones económicas y a las demandas del mercado.
Durante la pandemia, la industria automotriz en México enfrentó desafíos notables, incluyendo interrupciones en la cadena de suministro y una disminución en las ventas debido a las restricciones de movilidad, la incertidumbre económica y por supuesto, el impacto en la salud de la población.
No hay que olvidar también, que la pandemia causó una desaceleración significativa debido a la escasez de semiconductores, sin embargo, el sector ha demostrado ser noble a pesar de todo.
A medida que la situación se estabilizó, la demanda de automóviles comenzó a recuperarse de la mano del crédito automotriz incluso con el aumento en los índices de rechazo por parte de financieras de marca y bancos.
En 2022 y 2023, se observó un incremento en la producción y exportación de vehículos, respaldado por la inversión extranjera directa (IED) y la relocalización de inversiones, el famoso “nearshoring”.
Uno de los cambios más notables desde entonces, ha sido la proliferación de esquemas de financiamiento innovadores.
Por ejemplo, los créditos tipo «balloon» se han vuelto cada vez más populares, permitiendo a los clientes pagar una parte del precio total del vehículo en mensualidades muy cómodas durante 36 o 48 meses principalmente, con la opción de refinanciar o cambiar el vehículo al final del periodo; es decir, termina siendo un esquema muy similar al arrendamiento puro o “leasing” pero con un espectro de mercado más amplio.
Además, las marcas automotrices han lanzado programas muy específicos, como aquellos dirigidos a estudiantes para facilitar la compra de su primer auto y generar historial crediticio.
De igual manera, el leasing (arrendamiento puro) también ha ganado terreno como una alternativa viable al financiamiento tradicional. En los últimos tres años, han aparecido plataformas que han facilitado el arrendamiento de vehículos para personas físicas y ya no solo para aquellas que buscan esta opción por sus bondades fiscales, como las empresas (personas morales) o las personas físicas con alguna actividad empresarial, ampliando las opciones disponibles para los consumidores que buscan mucha más flexibilidad.
A pesar del encarecimiento de los vehículos, con incrementos de precios que han superado la inflación, el crédito automotriz ha ayudado a mantener las ventas en nuestro país. De acuerdo con reportes de AMDA (Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores), al cierre de 2023, el 55.1% de las compras de vehículos ligeros nuevos en México se realizaron a través de financiamiento, reflejando un descenso de 4.2 puntos porcentuales respecto al año anterior.
La recuperación de la industria automotriz mexicana ha sido sólida, con aumentos en la producción y exportación de vehículos. Para 2024, se espera una producción de más de 4 millones de vehículos, con exportaciones que oscilan entre 3 y 3.5 millones de unidades (Forbes México).
Algo muy importante que hay que resaltar, es el hecho de que el índice de cartera vencida automotriz ha regresado, a la fecha, a niveles muy sanos, veamos los principales datos:
• Cartera vencida a febrero de 2021 (pico de la cartera vencida automotriz después de pandemia): 3.38% ($3,600 millones de pesos aproximadamente) sobre el total del monto colocado (poco más de $106,000 millones de pesos).
AMDA con datos de Banco de México
• Cartera vencida a diciembre de 2023: 1.06% ($1,300 millones de pesos aproximadamente) sobre el total del monto colocado (poco más de $132,000 millones de pesos).
AMDA con datos de Banco de México
En conclusión, el financiamiento automotriz en México ha evolucionado y se ha adaptado para seguir siendo un pilar fundamental en la adquisición de vehículos, a pesar de los desafíos presentados por la pandemia desde 2020 y las fluctuaciones económicas que, ajenas a esa situación, afectan al mercado automotriz mexicano; incluso, por temas geopolíticos y comerciales entre China y los Estados Unidos principalmente.