La historia de la llave

Esta es una historia sobre la forma en que estamos intentando buscar soluciones en este entorno tan complicado. Puede ser que no las  encontremos por que las buscamos dónde no las hay, por qué las seguimos buscando con viejos métodos y  en un pasado lleno de experiencias que, ante la nueva situación, no sirven de mucho.

Una noche, mientras paseaba por mi barrio, me encontré a un hombre que buscaba desesperadamente algo. Me sorprendió observar que, mientras se llevaba las manos a la cabeza y decía sin cesar, “¿dónde se habrán caído?”, daba vueltas y vueltas dentro un círculo muy reducido cuyo centro era una farola…

Me acerqué y le pregunté si le podía ayudar. Cuando me respondió me di cuenta de que, además, estaba algo ebrio.

– ¿Puedo ayudarle?

– Sí, claro, por supuesto…

– ¿Qué ha perdido?- le pregunté mientras comenzaba a buscar sin saber qué buscaba.

– Las llaves de mi casa. ¡¡Las malditas llaves de mi casa!!- me contestó con un tono pastoso de voz y unos ojos brillantes y enrojecidos.

– No se preocupe- le dije para tranquilizarle-seguro que las encontramos.

Me puse a buscar, y mientras lo hacía le pregunté

– ¿Está seguro de que se le cayeron por aquí?

– Pues la verdad es que no – me contestó – pero aquí hay luz.

Lo que nos ocurre, al igual que al personaje de la historia, es que en el pasado tenemos “luz” y es donde intentamos encontrar las soluciones por nuestra experiencia pero el problema es que la situación a la que nos enfrentamos es NUEVA y la experiencia acumulada nula, así que o buscamos en la “oscuridad” o seguiremos dando vueltas a la farola.

El drama reside en que lo que está oscuro nos da miedo y, por lo tanto, lo rechazamos. Pero hay que  ármense de valor y adentrarse en el túnel con “una buena linterna”, sólo así, buscando de manera diferente podremos encontrar soluciones nuevas.

Esas linternas que nos deben iluminar, serían:

1.- Creatividad.

2.- Optimismo.

3.- Sentido del humor.

4.- Tolerancia al fracaso.

5.- Asumir riesgos.

6.- Creer en si mismo.

7.- Dejar de criticar.

8.- Trabajo en equipo… con gente muy distinta a usted.

9.- Saber aplazar la recompensa.

¿Sabes dónde encontrar la “linternas”?

 

Alfredo López