Daniel pregunta a Graham.

Daniel: Te comento que me he estado llenando de nerviosismo con los clientes, me están arrebatando la batuta de la negociación y eso me está llevando a no cerrar ventas. No me siento buen elemento porque no estoy generando billete, ¿qué me recomiendas?

Graham: Por qué te estas llenando de nerviosismo con los clientes?

Daniel: Por querer cerrar, por la presión del gerente, por que siento que no he sido tan convincente con el cliente. Veo a algunos compañeros que son muy directos y agresivos y yo no puedo. De ayer a hoy atendí a 4 clientes y no cerré ninguno.

Graham: OK, bien. Ahora, dado lo que dices, ¿cual es la solución?

Daniel: Quizá capacitarme o conocer mejor mi producto… No lo sé, estoy bloqueado.

Graham: Daniel, estás enfocado en tus temores e inquietudes en vez de soluciones y mejoras. ¡No estás bloqueado! Más bien creo que no te importa esto lo suficiente para que realmente te esfuerces en encontrar soluciones. Estás buscando una varita mágica o una receta a algo que tú sabes que debes hacer y que va a tomar tiempo. Sospecho que tu actitud está sufriendo, tus miedos te están ganando y estás claudicando. Aléjate emocionalmente de esto y toma una perspectiva menos personal. Todo tiene que ver con la manera cómo estás procesando las cosas y cómo estás transmitiendo tu desesperación a tus prospectos… ¡Los estas espantando! Además de eso, en tu afán por cerrar estás eliminado el proceso de la venta que precisamente es lo que te ayuda a justificar tu cierre.

¡Saludos!

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *