Internet como parte indispensable en nuestras vidas… la NUBE y el COVID-19


Por: Eduardo Padrón

Experiencia en el análisis, desarrollo e implementación de sistemas de información

con diferentes metodologías de desarrollo.


Consultor en GrahamRoss Training


Nuestra vida cotidiana tiene grandes dependencias que son prácticamente indispensables, son básicos para nuestro sustento y con la falta de estos nos hace sentir desamparados. Mencionemos: agua, electricidad, gas, alimento, vestimenta, trabajo y TV.

No incluiremos el teléfono porque ya es obsoleto; llamémosle celular para estar actualizados. Sin Internet nuestras aficiones a servicios como Facebook, Instagram, LinkedIn, WhatsApp, Netflix, Spotify y Twitter, sin olvidar el transporte y entrega de alimentos preferidos por las aplicaciones Uber o Didi y nuestra banca o compras en línea, todo esto nos hace ser más vulnerables que los servicios básicos de vida.

Esta convergencia de servicios digitales que organiza nuestra vida diaria, los cuales se han visto más presentes ahora con la contingencia por el COVID-19 y nos ha recluido en nuestros hogares, todos usamos desde nuestro hogares la banda ancha de Internet para desempeñar nuestro trabajo, tomar nuestras clases en aulas virtuales y videoconferencias, leer nuestros correos, ver noticias en vivo o simplemente disfrutar de series y películas en la NUBE…   La NUBE ya es un elemento indispensable en nuestras vidas y sin ella somos mucho más indefensos que si no tuviéramos los básicos de la vida.

Pero, ¿qué es la NUBE? Este término se acuña entre los especialistas en telecomunicaciones para describir una red de comunicaciones (sí, de comunicaciones) que incluyen muchos elementos que no describiremos ahora, sino solo la referencia al término servidores de aplicaciones que están conectados para funcionar como un único ecosistema. Los más conocidos para su referencia: los servidores diseñados para almacenar y administrar datos como Google Drive y Dropbox, para búsqueda y entregar contenido como el buscador de información Google y  Maps, transmisión de videos como YouTube o Netflix, correo web como Gmail o Hotmail, aplicaciones de productividad como Google Docs, videoconferencia como Meet o Zoom, medios sociales como Facebook, Instagram, entre otros.

En lugar de acceder a archivos y datos desde un equipo personal, se accede a ellos en línea desde cualquier dispositivo conectado a Internet; es decir, la información está disponible dondequiera que vayamos y siempre que la necesitemos.

Esto ha evolucionado a términos como plataformas, portales, redes sociales para ir dando uso cotidiano a esos servicios en comunicaciones; las apps se han vuelto básicas para ser instaladas en equipos inteligentes como tabletas y celulares, desde los cuales tenemos la movilidad por medio de la red celular; esta red celular se vuelve nuestro medio de acceso a esas plataformas y se le denomina OTT (over the top) y no es más que la convergencia de la red celular e Internet en un dispositivo inteligente (smartphone) y se extiende ya a otros dispositivos con Internet de las Cosas (IOT), que lo vemos en las televisiones inteligentes o dispositivos como AppleTV o Alexa que cuentan con Inteligencia Artificial (AI). Ya se incluyen también losvehículos con autonomía y drones.

Con todos estos servicios ya somos todos parte de la NUBE y estamos interconectados como seres humanos, somo interdependientes de velocidad y contenido de información en donde la mayor rapidez en evolución tecnológica se da en la redes inalámbricas celulares 3G, 4G, 4.5G y próximamente 5G, así como la banda ancha por fibra óptica en nuestros hogares en donde la velocidad de información se vuelve la medida diferenciadora.

Hablemos de esta: 5G. Es controversial ya que se dice que genera el COVID-19, todo sistema de comunicaciones celular genera radiación que puede ser dañina a la salud, la única diferencia es que la 5G es de menos cobertura por la frecuencia en la que opera, esto se interpreta como que la densidad de estaciones celulares  será mucho mayor para tener mejor cobertura, esto implica mayor radiación.

Entendamos la radiación como la señal de alta frecuencia eléctrica que se genera para dispersar la señal de comunicación a los dispositivos inteligentes e Internet de las cosas; la 5G se distingue por alta velocidad, alta disponibilidad (99.99% de operación), bajo consumo de batería en los dispositivos por la potencia radiada y, entre los de gran importancia de uso, están los vehículos con autonomía por la baja latencia de la 5G, la inteligencia de los dispositivos autónomos es dependiente de baja latencia en la red.

COVID-19 y 5G

Hay que desmitificar información que se ha divulgado sobre que la 5G es transmisor del virus, a este respecto la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que …

“Los virus no se desplazan por las ondas electromagnéticas ni las redes de telefonía móvil. El COVID-19 se está propagando en numerosos países en los que no existe una red 5G.”

“El COVID-19 se transmite a través de gotículas minúsculas de secreciones respiratorias expulsadas cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. También es posible infectarse si se toca una superficie contaminada y posteriormente se lleva la mano a los ojos, la boca o la nariz.”

Las ondas de radio involucradas en la 5G y otras tecnologías de telefonía celular se encuentran en la baja frecuencia del espectro electromagnético. Menos poderosas que la luz visible, no son lo suficientemente potentes como para dañar las células, a diferencia de la radiación en la frecuencia más alta del espectro que incluye a los rayos del sol y los rayos X médicos.

«Los virus y las ondas electromagnéticas que hacen posible la telefonía celular y las conexiones de internet son cosas diferentes. Tan diferentes como el agua y el aceite».

En conclusión, en este breve documento referimos que al estar inmersos en el ecosistema de la NUBE también tenemos nuestros riesgos y amenazas, todo en la NUBE se torna impersonal, nunca sabremos si con quien nos comunicamos es realmente la persona correcta y el uso de las redes sociales para difundir información no necesariamente es real. La AI ha creado suplantación de identidad, robots virtuales (bots) para envío masivo de Información anónimamente para crear incertidumbre, videos doblados con tu misma voz desvirtuando el mensaje los cuales se ven ya presentes en la NUBE.

Debemos verificar siempre las fuentes de información y cerrar nuestro círculo de redes sociales, solo a aquellos que hemos identificado plenamente y no contagiarnos de personajes impostores que puedan volverse las amenazas políticas y sociales en la NUBE.

En GRT estamos ya en la NUBE impulsando Capacitación Virtual en nuestra Universidad Virtual, estén pendientes, la liga será grt-uv.mx.  No dejen de participar de nuestros grandes cursos en línea.

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *