¡Tú decides hasta cuando!

img-invitado-102

Seguramente has visto el programa de TV o a lo mejor escuchaste de él. Es un programa en donde se realiza una INTERVENCIÓN. El programa, trata básicamente, de una persona con un serio problema de alcoholismo o drogadicción. Sus familiares y amigos están desesperados por ayudarlo a retomar el camino. Pero, la última persona en enterarse que tiene un problema es “el INTERVENIDO”.

Algo que es importante señalar de este programa, es que en la mayoría de los casos, si el sujeto no se da cuenta y no acepta que tiene un problema, la Intervención esta condenada al fracaso sin importar cuanto esfuerzo y compromiso hayan puesto sus seres queridos, amigo y familiares. Es cierto que este programa es drástico, fuerte y que, siendo honestos, en algunos casos está muy alejado de nuestra realidad.

Pero también siendo honestos… te has topado con algún amigo, familiar, compañero de trabajo o un conocido, que desde que lo ves sabes que algo no está bien, platicas con él y de inmediato confirmas tus sospechas: “Algo trae…”. No sabes cual es el problema exactamente, puede ser actitud, problemas financieros, problemas personales, problemas de salud… ¡qué se yo!

Sigues hablando con él y te das cuenta que esta atascado en un bache del que no puede salir. Para ti la solución es obvia y fácil, pero para él, NO. El está dentro de una realidad que vive a diario y por años. No tiene la misma perspectiva que tú o que yo y en la mayoría de los casos él no se ha dado cuenta de eso.

En ocasiones, nosotros mismos nos damos cuenta que algo no está bien en el ámbito personal ni en el profesional y nuestra reacción es no hacer nada. Dejamos que la rutina del día a día nos absorba y que el rush* de nuestro entorno haga lo propio con nuestra memoria, es decir, lo olvidamos y lo dejamos para después y es tanto el tiempo que ha pasado que nos hemos convertido es eso. No vemos nuestros errores ni nuestras fallas. Dejamos de ver la persona que realmente somos y dejamos de darnos cuenta que necesitamos ayuda.

En ocasiones se nos presentan personas dispuestas a ayudarnos y a enseñarnos el camino, pero es tal nuestra ceguera y soberbia que las ignoramos y las hacemos a un lado. Desaprovechando la oportunidad de ser mejores y de crecer como personas y como profesionistas.

La realidad es, que si tú no cambias, nada va a cambiar en tu vida. No importa el compromiso de otras personas, no importa el cariño o amor de tu familia, si tú no cambias nada va a cambiar. Date cuenta de qué es lo que te afecta, date cuenta de cuáles son tus errores, date cuenta dónde estás atorado, date cuenta dónde dejaste de ser la maravillosa persona que eres y sobre todo date cuenta hasta cuándo piensas aguantar y hasta dónde tus seres queridos tienen que soportar.

Una vez que te des cuenta, soluciónalo, nadie lo podrá hacer por ti. Toma acciones y decisiones concretas que te conviertan en una mejor persona, lee, estudia, práctica algún deporte, haz ejercicio, invierte tiempo con tus hijos y pareja.

¡Tú decides hasta cuando! Hoy puede ser un gran día para hacer una Intervención en tu vida.

¡Te deseo mucho éxito!

 Oscar Cedillo

—-

Nota del Editor: Rush, es un término anglosajón para definir al concepto de prisa o premura en hacer las cosas.

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *