Todos podemos cambiar
|Por: Oscar Cedillo
Oscar es un apasionado de la Industria Automotriz, con más de 15 años de trayectoria. Se ha desempeñado en dos corporativos automotrices, vendió autos con éxito en una marca japonesa. Es un experto en capacitación, asesoría y entrenamiento de fuerza de ventas, Gerentes de Ventas, Gerentes Generales y Directores.
Capacitador de GrahamRoss Training
Seguramente te ha pasado o conoces a alguien que normalmente vive con culpa o vive pensando en que las cosas pudieron haber sido diferentes. También puede ser que conozcas a alguien que vive angustiado o preocupado por lo que sucederá en el futuro. Sea cual sea el caso, esas personas no están viviendo en el presente. Están culpándose del pasado y de las cosas que hicieron o no; o están angustiadas y con ansias o prisa de lo que sucederá en un futuro. La realidad es que en ninguno de esos dos casos tenemos el poder de cambiar lo que sucedió o podemos predecir el futuro… pero lo que sí podemos hacer es ser conscientes del día de hoy.
Soy un fanático de las películas de niños y estoy convencido que aunque la temática es para los pequeños, siempre hay mensajes contundentes para los adultos. En la película Kung Fu Panda hay una escena que dice: “Estás preocupado por lo que fue o lo que va a ser: el ayer es historia, el mañana es un misterio, pero el hoy es un obsequio, por eso se le llama PRESENTE”.
El presente es el tiempo en que podemos hacer cambios y podemos convertirnos en la mejor versión que nosotros queremos o soñamos ser.
Estamos a solo unos días de terminar el año, estamos a nada de celebrar nuestra cena de fin de año para iniciar con toda la ilusión y entusiasmo un nuevo año, el 2023. Habrá quienes en esa cena o desde antes, tengan una lista de propósitos de año nuevo en donde queremos convertirnos en esa mejor versión de nosotros mismos y buscamos hacer las cosas diferentes para lograr resultados diferentes. Habrá quienes en la lista de propósitos tengan: ir al gimnasio, bajar de peso, ahorrar dinero, no ser reactivos, tener mejores relaciones, ayudar a alguien, ser un mejor esposo o esposa, etc.
La realidad es que esos propósitos o buenos deseos solo serán duraderos o los llevaremos a cabo mientras la motivación o inspiración nos alcance.
¿Sabías que entre el 85 y el 90% de los personas que tienen la intención de cambiar, no lo logran?
¿Sabias que más del 75% de las inscripciones a los gimnasios se cancelan durante las primeras 5 semanas de cada año? Esto tiene una explicación y es porque esos cambios o propósitos son generados por la inspiración o motivación y la motivación o inspiración son efímeras. Para poder lograr cambios duraderos las personas deben tener un propósito más fuerte, algo que aunque no tengas ganas o quieras seguir adelante te impulse y obligue a hacer las cosas.
Algo que aprendí hace unos meses es que la motivación solo alcanza para realizar una hazaña o actividad sorprendente por una única ocasión. Y es por eso que escuchamos historias de personas que lograron lo imposible y sorprendente. Mamás que levantaron un auto para salvar a sus hijos. Personas que recorrieron largos caminos para encontrarse con un ser querido. La realidad es que la motivación no será suficiente si lo que buscamos son resultados a largo plazo. Para lograr resultados a largo plazo, debemos entender que la motivación solo será suficiente para iniciar algo y que para lograr resultados a largo plazo debemos pensar en términos de dedicación y disciplina. La disciplina llega a donde la motivación no alcanza.
Una vez Bruce Lee dijo, «yo no lo tengo miedo a una persona que se motiva a dar 1,000 patadas en un día, yo le temo y respeto a la persona que practica una patada durante mil días». Recuerda esto: disciplina es hacer las cosas constantemente bien quieras o no quieras hacerlas.
Otra cosa que aprendí y que me sorprendió es que los hábitos habitan a nivel subconsciente y se generan a nivel consciente. Un hábito es una reacción o actividad que realizamos sin pensar o de forma automatizada.
Algo que también me voló la cabeza, es que los hábitos no se eliminan o desechan. Es decir las personas no podemos desechar o eliminar nuestros hábitos, lo que podemos hacer para cambiarlos es incorporar hábitos nuevos o diferentes y acostumbrar a nuestro cuerpo y mente a utilizar ese nuevo hábito y ser conscientes de ello. Al repetir este nuevo hábito de forma cotidiana y consciente, nuestro cuerpo y mente se acostumbra hasta que logre pasar al nivel subconsciente y entonces estará instalado el nuevo hábito. Un dicho que te ayudará a entender este concepto es “un clavo saca a otro clavo».
Sé que muchas de las personas que están leyendo esto quieren ser mejores y buscan la forma de convertirse en esa mejor versión. Dado eso, quiero compartir contigo algunos puntos o conceptos que me han ayudado en estos últimos meses y que estoy convencido podrán darte una guía de cómo puedes lograr todo lo que te propongas.
Punto No 1.- Encuentra el porqué o motivador de tu vida. Muchas personas hablan del propósito de vida. Este concepto puede ser algo difícil de entender. No seas tan duro contigo mismo, simplemente pregúntate qué es lo que quiero y quién quiero ser o qué quiero lograr. Al tener un propósito bien definido y que sea tuyo, será más difícil que renuncies a tus propósitos. Para darte una idea de cómo encontrar tu propósito te recomiendo leer los libros El poder del ahora, Aut. Eckhart Tolle / El hombre en busca de sentido, Aut. Viktor Frankl
Punto No 2.- Sé agradecido. Uno de los conceptos que más se repiten en todos los libros de motivación, superación personal y crecimiento es el concepto de agradecer. Tenemos que aprender a agradecer todo lo que nos pasa en la vida. Sea bueno o malo. Si has pasado por algo fuerte en tu vida, seguro en algún momento te preguntaste, ¿por qué a mí? o ¿por qué yo? Con ese tipo de preguntas estamos en el papel de la víctima y desde ese lugar nosotros no tenemos el control de nuestras reacciones y no hay crecimiento. Todo lo dejamos en las manos de los demás y nada es nuestra responsabilidad.
Para poder superarnos y encontrar el crecimiento en todo lo que nos sucede, debemos ser curiosos y preguntarnos, ¿para qué a mí? ¿Qué tengo que aprender de lo que me está sucediendo? Cuando estás en ese lugar el aprendizaje llegará y te darás cuenta, más rápido de lo que crees, que todo lo que te sucede en la vida es por algo y para tu crecimiento. Dado eso, agradece todo lo que te sucede.
Punto No 3.- Establece una rutina. Algo que es un común denominador en la mayoría de las personas que han tenido éxito en la vida es que tienen rutinas muy bien definidas y establecidas por la mañana y a la hora de irse a la cama. Ellos meditan y agradecen antes de levantarse, hacen ejercicio o tienen pensamientos positivos, organizan o repasan su día. Por las noches antes de irse a dormir tienen presente al menos una cosa por la cual deben ser agradecidos. En los libros El club de las 5 am, Aut. Robin Sharma / Mañanas milagrosas, Aut. Hal Elrod / El hábito de chocar los 5, Aut. Mel Robbins encontrarás y podrás profundizar al respecto de este punto.
Punto No 4.- Aprende del poder de los pequeños resultados. Muchas veces pensamos o creemos que los resultados tienen que ser inmediatos o sorprendentes. La realidad es que al iniciar casi cualquier cosa, nuestros resultados serán pequeños o aparentemente insignificantes. Y son estos pequeños resultados los que nos desmotivan o nos hacen dudar de nosotros mismos.
En la mente, existen tres tipos de cerebros: Reptiliano, Límbico y Neocortex.
El cerebro Reptiliano es el que busca en todo momento el placer o la recompensa inmediata.
El cerebro Límbico es el que se encarga de las emociones
El cerebro Neocortex es el que se encarga de procesar y analizar la información.
De estos tres, el cerebro que de algún modo controla nuestras reacciones y/o pensamientos la mayor parte del tiempo es el cerebro reptiliano (está en nuestro ADN). Este buscará todo el tiempo que estemos cómodos y que no tengamos que esforzarnos demasiado en conseguir algo. De tal modo, que es este cerebro el que minimizará el poder de los pequeños logros.
Por otro lado, si nosotros tenemos un propósito bien definido o un objetivo claro, el cerebro que entrará en funcionamiento es el neocortex. Este nos dará datos y razones reales y lógicas del porqué debemos actuar con base a nuestro objetivo inicial.
En algún momento, al iniciar con nuestras nuevas actividades o hábitos, el cerebro reptiliano nos dirá que no estamos consiguiendo lo que queremos, que nos está costando mucho trabajo, que son muy pocos los resultados que hemos obtenido y que esos resultados no hacen la diferencia. Nos hará creer que es más fácil dejarlo para después o simplemente no hacerlo. Al final del día “estamos bien así y no hay grandes cambios o diferencias”.
Por ejemplo, si uno de tus objetivos es ahorrar dinero y conseguir 25,000 pesos al final de año, existen diferentes instrumentos con los cuales podrías conseguir ese objetivo. Podrías ahorrar en el banco 2,000 pesos mensuales. Podrías antes de que termine el año depositar en tu cuenta esos 25 mil pesos, o podrías hacer un plan de ahorro a 12 meses con un interés del 12%. Ahora, lo que obtendrías de interés mensual podrían ser 240 pesos que al cabo de 12 meses serían 2,800 pesos de ganancia. Bueno, esos 240 pesos mensuales para el cerebro reptiliano son muy poco. Al cerebro reptiliano le interesan los 25,000 pesos de una. Este es un claro ejemplo de cómo actúan el cerebro reptiliano y el neocortex. El cerebro reptiliano nos venderá la idea de que es mucho tiempo, que 240 pesos mensuales no hacen la diferencia, y buscará la forma de disuadirnos de seguir o continuar con nuestro nuevo hábito. Por otro lado, el cerebro neocortex nos dará razones y datos del porqué será prudente seguir adelante con nuestro plan de ahorro.
Ya lo dijo Warren Buffet, «la gente está acostumbrada a menospreciar los pequeños grandes resultados». Para entender más a fondo sobre este punto te recomiendo: Las reglas del juego, Aut. Warren Buffet / Hábitos diminutos, Aut. BJ Fog.
Punto No 5.- La perfección. Esta juega en nuestra contra para lograr establecer hábitos diferentes. Nos han vendido la idea de que todo tiene que ser perfecto. Que todo debe ser como nos lo muestran en la TV, en redes sociales, o nos han dictado el cómo debemos ser y vivir nuestras vidas. También nos han vendido la idea de que no está permitido el fallar o cometer errores. Seguramente te ha pasado que iniciaste una dieta o quieres dejar de ser reactivo, y llevas 3 ó 4 días cumpliendo sin fallar. De repente se presenta un imprevisto, alguien reacciona enfrente de ti y te hace salir de tus casillas. En los siguientes minutos te das cuenta que cometiste una falta y que caíste en el hábito antiguo. El cerebro reptiliano te inundará con pensamientos tipo, «ya ves, nunca vas a cambiar, no vas a poder, no eres bueno para eso, así eres tú y a quien no le guste pues que se aguante.» Todos estos pensamientos están fijados desde la perfección y desde el no entender que podemos cometer errores, y si nos dejamos llevar por esos pensamientos dejaremos de hacer nuestro máximo esfuerzo en cambiar o en adquirir hábitos más positivos o efectivos. Para ayudarte con este tema quiero que recuerdes algo: en todo proceso de crecimiento van a existir las recaídas y es muy probable que cometas errores, pero no son esos errores o recaídas lo que te van a definir. Lo que te va a definir como persona es lo que haces después de esas recaídas. Es la forma en que procesas tus pensamientos. Recuerda el poder que tienen nuestros pensamientos. Nuestros pensamientos generan sentimientos, nuestros sentimientos generan reacciones, nuestras reacciones crean nuestra realidad física. En los últimos tiempos hemos escuchado que nuestros pensamientos crean nuestras realidades. Ten control de cómo piensas, toma control de cómo te hablas y le hablas a las demás personas. Para entender más sobre este tema te recomiendo los libros Cómo hacer que sucedan cosas buenas, Aut. Maryan Rojas Estapé / Deja de ser tú, Aut. Joe Dispensa.
Por ultimo me gustaría cerrar con esta frase: cree en ti. La única persona que puede hacer su máximo esfuerzo, la única persona que te cuidará y quien estará contigo en las buenas y en las malas, siempre serás tú.
Recuerda todas las cosas buenas o malas por las que has pasado, recuerda aquella ocasión en donde no veías una solución y saliste adelante, recuerda lo difícil que fue sentirte solo y salir adelante. Todas las mañanas al mirarte al espejo, obsérvate con amor, háblate con cariño y admiración incondicional y repite esto para ti: hoy será el mejor día de mi vida y me sucederán cosas maravillosas.
¿Te atreves a cambiar?
Deseo de todo corazón que este 2023 sea el mejor año de tu vida y que vengan cosas maravillosas e increíbles para ti y todos tus seres queridos.
Te mando un fuerte abrazo, Oscar Cedillo.