Lo mejor de ti

img-actitud-095Hace mucho, mucho tiempo, en un lejano país. Había un rey, enamorado de la vida y sobretodo, enamorado de su jardín. No era un jardín real cualquiera, era un gran y hermoso vergel, donde se podían encontrar todo tipo de plantas, de los más diversos países y climas. Había decenas de jardineros cuidándolo constantemente. Él lo paseaba y paseaba cada vez que sus obligaciones reales se lo permitían, disfrutando de las vistas de las flores más hermosas, deleitándose con el perfume de las más bellas flores. El rey estaba muy contento y satisfecho con su jardín.

Era regalo obligado cuando algún otro monarca lo visitaba de regalarle una nueva flor. Asimismo, ningún visitante marchaba del reino sin llevarse de regalo alguna de las más bellas y aromáticas flores.

Un día, el rey entró en su precioso jardín y encontró que los árboles, arbustos y flores estaban marchitándose y muriendo.

El roble dijo que estaba muriéndose porque no podía ser tan alto como el pino. Volviéndose al pino, el rey lo encontró cayéndose porque no podía tener uvas como la vid. Y la vid se estaba muriendo porque no podía florecer como el rosal.

Después encontró una planta de pensamientos, floreciente y tan fresca como siempre.

Habiéndole preguntado qué le sucedía, el rey recibió esta respuesta:

“Yo di por sentado que cuando me plantaste querías pensamientos. Si hubieras querido un roble, una vid o un rosal, los hubieras plantado. Entonces pensé: dado que no puedo ser ninguna otra cosa salvo lo que soy, trataré de serlo lo mejor que pueda”. Estás aquí porque la existencia te necesita tal y como eres. Si no fuera así, habría otra persona en tu lugar. Estás llenando un espacio muy esencial, muy fundamental, tal como eres.

¿Por qué convertirse en Buda? Si Dios hubiera querido otro Buda, podría haber creado tantos como hubiera querido. Hizo un solo Buda y fue suficiente. Desde entonces no ha creado ningún otro Buda, ni ningún otro Cristo, ni ningún otro Krishna. Te ha creado a ti. ¡Piensa el respeto que el universo te ha demostrado! Tú has sido elegido: ni Buda, ni Cristo, ni Krishna.

Ellos ya hicieron su trabajo, ya contribuyeron con su perfume a la existencia. Ahora tú estás aquí para contribuir con el tuyo.

Mírate. Sólo puedes ser tú mismo. No existe ninguna posibilidad de que puedas ser otro. Puedes disfrutar y florecer tal como eres, o puedes marchitarte si te condenas.

Anónimo.

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