Tus habilidades sociales son una herramienta de ventas

imagencentral-081A pocos días de llegar a un nuevo año te quiero sugerir algo que en ventas es quizá una de las cosas más importantes para poder crecer y facilitar tus ingresos. No es algo nuevo, pero es algo no tan común.

Entiende que tu vida social es una herramienta de ventas.

“Vendedores de alto rendimiento, alto éxito, altos resultados y altos ingresos” © saben que su vida social está directamente ligada a sus ingresos; además también entienden que cuando sus clientes los convierten en un amigo genuino, ellos (los clientes) se convierten en amigos leales.

Hace varios años alguien me comento que “en los peores y en los mejores de los casos, nos gusta comprarles a nuestros amigos”, y cuando analizas el perfil de tus mejores y más frecuentes clientes, tiene mucho sentido eso.

¿No me crees? Fíjate bien en tus mejores clientes y verás que ellos:

Te han seguido de marca en marca (aún cuando tú pierdes contacto con ellos); frecuentemente te perdonan y te compran a pesar de que no tienes el color exacto, de que no ofreces el precio más barato y de que la entrega del producto no fue perfecta y espectacular, sino más bien un martirio y estuvo llena de problemas.

Ellos son los que te dan altas calificaciones de satisfacción (aún cuando no las mereces) y quienes te andan recomendando en su círculo social y laboral; son ellos los que te vienen a ver cuando estás en servicio y te platican la historia de su vida durante tu guardia, porque te tienen confianza y fe.

Ellos, hasta se han convertido en tus amigos sociales, no sólo en clientes comerciales. Ya conoces cosas íntimas de sus vidas; por ejemplo, los nombres de sus hijos, cuántos años llevan de casados, sus preferencias deportivas, sus problemas en el trabajo y en el matrimonio; ¡hasta a veces te sientes como un cura en el confesionario!. Te platican sus aspiraciones, sus sueños y también sus gustos culinarios, incluso te han invitado a comer.

¡Este es el tipo de cliente que vale oro!

Porque es el cliente que a largo plazo te quiere, te protege y te defiende. Además, es el tipo de cliente que te blinda de los “piratas” y que te promueve con tus jefes.

¿Y sabes que? Lo único que la mayoría de ellos busca al final del día es que los quieras, que los cuides y que te quedes en contacto con ellos. No te piden “michas” o un % de tus comisiones y no te cobran por traerte a sus familiares, amigos y conocidos para comprarte.

Lo más sorprendente, es que la mayoría de vendedores tienen muy pocos de estos tipos de clientes, y a los pocos que tienen ¡no los pelan!. Al contrario, los toman por hecho y hasta los ven como una molestia.

¿No es absurdo?

parafrasis-graham-081La mayoría de vendedores que no venden bien prefieren trabajar con prospectos en piso o en la calle. Mismos prospectos que no los conocen, que no los quieren, que no los valoran y que no confían en ellos.  Y lo peor es que por unos tapetes de plástico regalados, esos mismos prospectos abandonan a ese vendedor; pero lo increíble, es que ese vendedor prefiere actuar así en vez de tratar de cultivar, crecer y cosechar a personas que si los quieren, que si confían en él y que son más fáciles de vender: ¡Su cartera!.

Ojo: si tu cartera no está inundada de clientes que te recomiendan y recompran; si tu cartera no te está invitando a sus eventos, bodas, cumpleaños, fiestas, bautizos, comidas, aniversarios o lo que sea,  es una clara indicación de que ellos no te valoran más allá de ser un simple vendedor.

Es una clara indicación de que tú no haz tratado entrar de una manera genuina y a beneficio de ellos en sus vidas, es decir que no haz logrado que se sientan cómodos y hasta orgullosos de abrirte las puertas de su vida social y familiar.

Si menosprecias este concepto, las consecuencias son una carrera en ventas dependiente de guardias, de cambaceo, de prospectos fríos y también de una sumisión a los caprichos y humores de tus jefes, en lugar de plantar las semillas de tu independencia,  tu liberación de piso y el crecimiento de tus ingresos.

¿Cómo?

Eso es lo más ridículo todavía. ¡Es fácil!

Se llama, seguimiento. El quedarte en contacto con tu cartera de vez en cuando a través del tiempo no significa nada más contactarlos cuando tu quieras venderles algo. Al contrario, es mostrar un interés genuino y auténtico en sus vidas y en su bienestar; es dar la cara si pasa algo mal, aguantar (no huir o desaparecer) y también es recordarlos o felicitarlos en esos momentos importantes para ellos, como su cumpleaños o en un ascenso laboral.

Esto simplemente requiere una llamada, combinada con un correo o hasta una visita de vez en cuando, pero constantemente y a través de los años. (Si, dije años). Compra este concepto, porque tu competencia no lo está haciendo, te los comerás vivos. Y no busques atajos, no existen. Simplemente sé constante y tu recompensa será inmensa.

Para este año que viene, comprométete a comenzar a aprovechar la herramienta de tu vida social. Es un proceso que vale mucho la pena.

Recuerda: tu éxito es tu responsabilidad.

Nos vemos en la trinchera.

Graham

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