Por tu bien, deja ya de compararte.

factor-159Texto de: Victor Martin (victormartinp.com)

Las comparaciones son odiosas, todos lo sabemos, pero aún y así solemos compararnos con los demás aunque sepamos que muchas veces vamos a salir perdiendo. Una parte de nosotros un tanto masoquista que busca la comparación con los demás siempre que puede.

Hace ya bastante tiempo conseguí dejar de hacerlo; muchas veces yo mismo acababa haciéndome daño a mí mismo por estar siempre comparándome con aquellas personas que para mí son una referencia. Y es que la hierba siempre parece más verde en el jardín del vecino ¿verdad?.

Pero desde que dejé de hacerlo vivo más feliz, más relajado, con más confianza en mí mismo, más enfocado en mi propio camino y sobre todo, soy más consciente de todo lo que he logrado y lo valoro mucho más.

Está bien tener algunas referencias que nos sirvan de motivación e incluso para estar al corriente de cómo avanzan esas personas que nos sirven de guía, pero sin llegar a la obsesión de compararnos con ellas.

Dejar de compararme ha sido un proceso que no he conseguido de la noche a la mañana, y que siendo completamente consciente de que no me beneficia para nada decidí cambiar por mi propio bien.

Si te ocurre lo mismo quizás te interese saber por qué deberías dejar de compararte con los demás:

1. ESTÁS COMPARANDO PERAS CON MANZANAS

Cada uno es como es; todos somos diferentes, la forma que tenemos de afrontar situaciones también., y por supuesto, la situación personal de cada uno nunca será la misma. Por ese motivo, lo que yo he logrado en X tiempo quizás tu tardes el doble en lograrlo, o quizás tardes la mitad. La cuestión es que no puedes comparar los logros de otros con los tuyos porque las variables que han intervenido en cada ecuación son completamente distintas.

2. NO DISFRUTAS DE TUS LOGROS

Es importante disfrutar de tus logros y como no, disfrutar del camino que te lleva a conseguir tus metas.

Cuando estás más pendiente de lo que han logrado lo demás no consigues disfrutar de tu camino y tus logros siempre te parecerán poca cosa en comparación.

Disfruta de tus logros y sé consciente de lo que has conseguido, eso te dará confianza para seguir y recargará tus pilas.

3. NO TE CONCENTRAS EN LO QUE HACES

Si quieres alcanzar el éxito con cualquier cosa que hagas debes cuidar el foco. Enfocarte en lo que haces, evitar distracciones y tener muy claro dónde quieres llegar. El problema viene cuando tu mente está pendiente de lo que hacen los demás: no consigues centrarte y no avanzas como deberías, cualquier decisión que tomes te parecerá mala al poco tiempo, y tendrás la necesidad de cambiar de rumbo rápidamente.

Además, tener la mente ocupada con lo que hacen otros se convertirá en un dolor de cabeza y en una fuga de energía. No puedes vivir pensando en el camino de otros, céntrate en crear el tuyo propio.

4. SÓLO VES LAS COSAS MALAS

Supongo que no hace falta que sea yo quien te lo diga, pero cuando te comparas con otros siempre tienes las de perder. Cuando te comparas con los demás únicamente ves tus cosas malas, lo que no has hecho, lo que te falta, lo que no tienes; así funciona este macabro juego. Y si sólo ves lo malo no estás teniendo una visión objetiva de la situación, estás teniendo una visión distorsionada de la realidad y empiezas a menospreciar todo lo que has hecho y a no valorar tus buenos resultados.

5. MINAS TU CONFIANZA

Lo peor de todo esto es que empiezas a sembrar la semilla de la desconfianza en ti mismo. Comienzas a poner en duda todo lo que haces y no tienes la certeza de ir por buen camino. Cosa que finalmente acaba con el abandono de nuestros planes. Si no somos capaces de hacerlo tan bien como la persona que nos comparamos es que lo estamos haciendo mal, o al menos es lo que solemos pensar.

Mi recomendación final es que si estás en esta situación intentes por todos los medios poner punto y final a las comparaciones. No te llevan a ningún sitio y son completamente nocivas, porque no hay persona más crítica con nosotros que nosotros mismos. Nuestro subconsciente camuflado en esa vocecita que muchas veces nos recuerda lo verde que es la hierba en el jardín del vecino.

Así que deja de compararte, y cuando tengas la tentación de hacerlo recuerda todo lo que has logrado en todo este tiempo.

 

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