La Técnica de Crear Valor en Ti

El crear valor en uno mismo es una técnica que requiere constancia y disciplina para convertirlo en parte de ti.

Cuando hablo de crear valor, no estoy hablando de asignarte un precio, o ver cuantos pesos vales por hora trabajada. Me refiero al valor humano que aportas a tus relaciones laborales (y personales.) Y en el fondo estoy hablando del por qué le beneficia a otros estar en contigo y quedarse en contacto contigo.

A continuación te doy algunas cosas que, si las haces constantemente, te van a ayudar a incrementar tu valor ante tus prospectos y clientes que, al mismo tiempo permite incrementar tus ingresos. 

  • Sé congruente. Practica lo que predicas.

 Es decir: lo que haces corresponde con lo que dices. Si exiges puntualidad, sé puntual. Si dices que tu marca es la mejor, más vale que tú también hayas comprado tu marca 

  • Cumple lo que acuerdas.

La personas van a medir primero tus palabras y después las acciones  tomadas por ti con base en esas mismas palabras.  Tienes que ser conocido  como alguien que siempre cumple. 

  • Mantener estándares mínimos altos.

Debes desarrollar la disciplina interna para mantenerte fiel a tus estándares mínimos.  Un estándar mínimo es un punto medular o una ley dentro de tu manera de pensar y vivir que jamás debes romper. Por ejemplo, el no mentir. No importan las razones, si no mentir es una ley o un estándar mínimo para ti, entonces jamás vas a mentir. Pero si es una “regla” o una filosofía, tiendes a acudir a mentiras para defenderte, manipular a otros o aprovechar o zafarte de situaciones. 

  • Crea una relación transparente a largo plazo.

Mientras más tiempo conoces a alguien, y te dedicas a mejorar la relación humana (convertirte en su amigo legitimo) dentro de ese tiempo, más fácil es tu interacción personal y laboral con ellos a futuro. Fíjate en tus clientes preferidos y favoritos. La mayoría de ellos llevan tiempo contigo y te es más fácil venderles que a personas en frío, y a demás muchos ya hasta son “cuates”. Esto es precisamente por el factor humano primero y lo laboral segundo. 

  • Explica claramente las reglas del juego.

A las personas, en general, les gusta saber qué va a pasar antes que ocurran. Es decir, cuales son las reglas del juego. Tu habilidad de explicar clara y convincentemente qué deben esperar de ti cuando haces las cosas, cómo trabajas y por qué haces y dices las cosas por “adela” y después cumplirlas, es algo fundamental en tu proceso de crear valor. 

  • Quédate en contacto con ellos.

Para desarrollar relaciones sinceras y a largo plazo tienes que quedarte en contacto con ellos. El dar seguimiento antes, durante y después de la venta en maneras amigables y persuasivas, (no agresivas y hostigantes) son  los primeros puntos que empiezan a plantar las semillas de tu valor ante tus prospectos y clientes. 

  • No seas sólo un vendedor:

Tu objetivo es llevar tu relación con la gran mayoría de tus clientes al siguiente nivel. Eso quiere decir que transciendes de vendedor a asesor y de asesor a amigo genuino y leal. Si sigues actuando, pensando y trabajando exclusivamente por tus intereses como vendedor, sin tomar en cuenta los intereses de tus clientes como amigos primero, tus relaciones serán  superficiales, temporales y de mucha rotación. 

  • Si existe un problema: Das la cara.

Cualquiera es un amigo en tiempos buenos. Pero realmente aportas valor a la relación cuando son tiempos difíciles. Si tu cliente tiene un problema, aun cuando no tiene que ver contigo o tu departamento tienes que dar la cara. No tienes que involucrarte contra otro departamento, pero sí tienes que enseñarle que estas ahí para escucharlo, tratar de apoyarlo y asesorarlo.  Frecuentemente y precisamente por el haber hecho eso, clientes o no te culpan o te perdonan por el problema y florece la relación. 

  • Mantén una Actitud Positiva.

Actitud positiva es contagiosa. Tu objetivo es desarrollarla al punto  donde la tendencia natural previa de quizá ser negativo se elimina en casi todos los casos y situaciones. Esto requiere practica. Pero al lograrlo, tu enfoque cambia de problemas a soluciones, del “no” al “si”, del “no puedo” al “por supuesto”, del “si, pero es que…” al “cuenta con ello”, del “pobrecito de mi”… al responsabilizarte por tus éxitos. Y esta visión, éste estado mental crea un abundante valor en ti.

¡Comienza a aplicar estos puntos ya! Y lleva la relación con tus clientes al siguiente nivel.

Recuerda en ventas (como en la vida) no hay atajos. ©

Graham

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